Detrás de los paisajes y la riqueza natural de la ciudad de Inari, situada en el noreste de Finlandia, se esconde una lengua que se encuentra en riesgo severo de desaparición; el Sami de Inari. Sin embargo, hay una persona que ha logrado la revitalización de la lengua y su cultura, lo que la ha convertido en merecedora del Premio Internacional Linguapax 2020. Ella es Marja-Liisa Olthuis.
Las lenguas Sami El Sami de Inari, en el número 7
En agosto del año 2009, Marja-Liisa inició, junto con la universidad, con un centro de educación Sami de Inari y con asociaciones Sami de Inari un programa único de formación intensivo de un año completo en lengua Sami de Inari. Las personas participantes fueron escogidas con exigencia en función de las necesidades de la comunidad Sami. Al cabo de dos años, Finlandia ya había financiado completamente el proyecto, que había sido gratuito para las personas participantes, las cuales a su vez iban recibiendo, durante ese año, el mismo sueldo que hasta entonces habían cobrado en su profesión anterior.
Esta formación y sus resultados los describió exhaustivamente, junto con las personas que también colaboraron, en su libro «Revitalising Indigenous languages. How to Recreate a lost generation «(2013) («Revitalización de las lenguas indígenas. Como recrear una generación perdida «(2013).
Sin ella, el Sami de Inari no tendría hablantes niños y niñas ni personas adultas en pocas décadas vista. Actualmente, hay decenas de niños y niñas que tienen la lengua sami de Inari como lengua primera o segunda, y 450 es el número total de hablantes de esta lengua. Progresivamente, se está creando un proceso de concienciación sobre la importancia de la revitalización de la lengua. Inari vive ahora, pues, un proceso de plena transformación.